Si bien la literatura anterior ha enfatizado que las partes interesadas pueden influir en la decisión de una empresa de adoptar prácticas ambientales que conducen a una ventaja competitiva, la mayoría de las becas ha asumido que las partes interesadas influyen de manera similar en el diseño de las prácticas ambientales de las empresas. Desafiamos esta noción y sugerimos que las partes interesadas no solo afectan la decisión de adoptar prácticas ambientales, sino también las decisiones gerenciales sobre el diseño de estas prácticas. Consideramos el caso de las decisiones estratégicas de las empresas sobre el diseño de sus prácticas ambientales, y en particular su grado de amplitud y visibilidad. Luego desarrollamos una clasificación de cuatro estrategias de diseño: motores y vibradores , operadores de trastienda , aspirantes y pasivistas. Utilizando técnicas de regresión multinomial para una muestra de más de 1700 empresas en todo el mundo, nuestra investigación muestra que, si bien las partes interesadas ejercen presiones sobre las empresas, las percepciones de los gerentes sobre estas presiones varían y estas variaciones parecen influir en el diseño de sus prácticas ambientales. Estos hallazgos ofrecen evidencia importante de que el alcance de la influencia de las partes interesadas parece ser de mayor alcance (y matizado) de lo que se consideró previamente. Los gerentes que responden a estas influencias pueden, por lo tanto, estar en una mejor posición para satisfacer las expectativas de las partes interesadas, mejorando así la credibilidad general de su organización.